domingo, 28 de diciembre de 2014

El consumidor de moda


Gracias a un trabajo para la asignatura de la UCM “Gabinete de Comunicación” decidí hacer un estudio de los factores que influyen al consumidor de moda que publico a continuación por si os interesa. Ya sabemos que todas las decisiones de marketing deben basarse en el consumidor; por ello, la empresa debe responder de forma adecuada a sus necesidades, motivaciones y expectativas; sólo así podrá conducir la oferta al éxito.

Factores racionales
Estos factores son los más evidentes, se basan en el comportamiento racional del consumidor, sobre el modo de pensar y de decidir de manera lógica. Los factores individuales o colectivos más relevantes que condicionan la decisión de compra son los siguientes:

Marca. Se trata de consumidores que compran una prenda influenciados por la marca de un diseñador o de una empresa productora.

Calidad. Los consumidores también están atentos a la certificación de calidad de la prenda, tanto si corresponde a una marca de diseñador como de fabricante.

Diseño. El diseño constituye en la moda una importante motivación de compra y consumo; en una prenda de vestir los consumidores valoran aspectos estéticos como la línea, el look, la silueta de una prenda, etc.

Tejido. Condiciona el valor, el estilo y la calidad de la prenda.

Talla. Se trata de consumidores que compran una prenda porque la talla que la caracteriza se adapta perfectamente a su contorno.

Confort. Los consumidores desean prendas confortables que satisfagan sus necesidades específicas: frescas en verano, cálidas en invierno, cómodas para andar, viajar o trabajar, etc.

Utilidad. A menudo, los consumidores de vestuario buscan prendas que sean combinables con otras que ya existen en su guardarropa. También eligen vestidos teniendo en cuenta aspectos como durabilidad o facilidad de mantenimiento. Actualmente, la ropa deportiva (en su origen, artículos de utilidad) domina en el segmento de prendas para los momentos de ocio, convirtiéndose en un claro indicador de salud y energía juvenil.

Novedad. Los seguidores de la moda encuentran en la novedad un gran estímulo, renuevan cada temporada su vestuario y buscan la innovación para su forma de vestir.

Precio. El consumidor valora normalmente el mejor producto al mejor precio; por tanto, desea comprar una prenda a un precio justo, ni alto, ni bajo. En este sentido, la psicología del consumidor lleva a valorar un producto de precio bajo a aquel que está fuera de moda. La aceptación de un producto se dará en el caso de que se produzca un equilibrio entre el precio de la prenda y lo que el consumidor está dispuesto a pagar por ella.

Punto de venta. Muchos consumidores se sienten atraídos e influenciados por el punto de venta, por la atención del personal de venta, por el servicio, etc. a la hora de comprar un artículo de moda.

Factores emocionales
La moda se basa en emociones, en ser estéticamente bello, en conquistar o emular; estos factores están en la base de los sentimientos y emociones de los consumidores. De entre ellos, se puede destacar:

Deseo de ir a la moda. Se trata de consumidores que compran artículos de moda porque quieren estar al día, ser modernos y actuales; renovar su vestuario no solo es una necesidad, constituye un placer que le ayuda a vivir con optimismo.

Placer personal. Es en el ámbito del lujo donde los productos de moda tienen un gran contenido de placer personal pues trascienden a la existencia cotidiana. Además, son artículos escasos, limitados o restringidos y esto les confiere un poder cautivador de necesidad, aunque no lo sean estrictamente para vivir.

Reconocimiento. Muchos consumidores adquieren productos de moda para transmitir una imagen de éxito personal y de reconocimiento social, más allá de la simple atracción personal.

Influencias personales. A menudo, los consumidores se dejan influenciar por los líderes de su entorno más inmediato (familia, amigos, etc.), por los líderes de opinión o por los prescriptores y compran productos de moda para imitarlos. En la publicidad de vestuario deportivo, por ejemplo, las grandes marcas del sector como Nike o Adidas utilizan la imagen de deportistas que han triunfado en sus disciplinas deportivas, con objeto de influir en el comportamiento de compra del público juvenil, que se deja seducir por estos iconos mediáticos del deporte.

Diferenciación simbólica. Hay consumidores que utilizan el vestido para diferenciarse
y reconocer un estatus profesional, una afiliación religiosa, nivel social o estilo de vida. Por ejemplo, el uniforme es una expresión de autoridad y ayuda a quien lo viste a destacar entre una multitud.


Afiliación social. Algunos consumidores visten de modo parecido para pertenecer a un grupo o van elegantes y a la moda para ser mejor aceptados por quienes les rodean: amigos, compañeros de trabajo, etc. En algunos casos, el vestido es una afirmación de rebelión contra la sociedad o la propia moda.

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