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lunes, 12 de enero de 2015

Encontrar una aguja en un pajar es más fácil que dar con el zapato que buscabas en ese estante en rebajas porque ya sabéis aquello que dicen: juntos pero no revueltos. Por ello, queridos lectores, el post de hoy va dedicado a las páginas webs que nos permiten encontrar los zapatos que queremos sin tener que esperar las interminables colas de los días de saldo. 

Además con un poco de suerte podéis encontrar un cupón de descuento en la página web de CupoNation para hacer la compra como el actual que nos ofrece para Zalando.



En esta página encontramos una amplia variedad de productos, sobre todo del estilo surfero y skater. Por mi propia experiencia, el único fallo que le doy a la tienda es la dificultad de evolución ya que el coste del envío sale de tu propio bolsillo así que no arriesgues en tu pedido. Por otra parte los precios son bastante más competitivos que cualquier otra tienda física en calzado tan caro como por ejemplo Vans-

Zalando, sin embargo, cuenta con un derecho a devolución de 100 días y esta es totalmente gratuita. Además suscribiéndote a la Newsletter recibirás un 10% de descuento que nunca viene mal. El envío suele llegar a su tiempo y si tienes menos de un 40 de pie puedes conseguir un mejor precio en los mismos zapatos solo por comprarlos en la sección de niños.

Asos es por excelencia la web online de compra. Una vez más los ingleses nos llevan ventaja. La página multimarca además nos ofrece consejos sobre outfits de los que podemos recoger ideas.


domingo, 11 de enero de 2015

El escaparate de Vogue




La función de una portada es la de atraer al lector. Sirve de cebo para el comprador que pasea sus ojos por el faldón de publicaciones que cubren los pies del quiosco. El crecimiento de la industria de las revistas de moda las ha convertido en una estrategia de marketing. Los colores, la tipografía, la organización de los titulares y la protagonista de la portada son elementos determinantes para la elección de uno u otro magazine. Vogue ha hecho de sus características formales su seña de identidad. 


Con un tamaño de 29x22cm, la portada de Vogue se elabora en papel estucado brillante de más de 200 gramos de peso. La tipografía empleada, tanto en portada como en el interior, es la Italian Didot Font, una fuente comercial diseñada en exclusiva para la publicación de Condé Nast. Hasta 1932, las fachadas de Vogue estuvieron protagonizadas por ilustraciones realizadas a mano. Los encargados de cambiar el mundo de las revistas para siempre fueron Frank Crowninshield y Edward Steichen, que fotografió a una mujer en traje de baño jugando con una pelota de playa. Desde entonces, la fotografía comenzó a apoderarse de las portadas y las páginas de Vogue. Algunas décadas después, cuando Diana Vreeland se encontraba al frente de la publicación, los rostros de modelos y celebrities aparecían con cierta frecuencia en la primera página de Vogue. Sin embargo, no fue hasta el reinado de Anna Wintour que las caras más famosas de Hollywood se hicieron con el monopolio del protagonismo de las portadas. Incluso el encuadre de las fotografías se modificó: los primeros planos dejaron paso a medios y americanos, de manera que la ropa de la modelo y localización del reportaje cobraran fuerza.




Y el prototipo de lector que Vogue aspira a embelesar mensualmente es el de una mujer urbana, con un nivel cultural alto, interesada en el mundo del lujo y del arte. Porque, si algo caracteriza a Vogue, es su tesón por reivindicar el lugar de la moda en el esquema de las artes. No solo se le concede un espacio relevante a las noticias relacionadas con el mundo de la literatura, música o arquitectura, sino que, además, la elaboración de sus reportajes siempre otorga un lugar primordial al proceso creativo, y un valor determinante a la diferenciación de unos y otros números. Suelen contextualizar las tendencias: tiran de archivo fotográfico propio a menudo para mostrar la vigencia de modas que ya habían recogido con anterioridad. 

martes, 30 de diciembre de 2014

El diablo se viste de Prada

Si a Vogue hubiera que añadirle un apellido, sería el de Anna Wintour. Si a Anna Wintour hubiera que añadirle un segundo nombre, sería Vogue. Las dos marcas se funden en una. Sin Wintour, hoy Vogue probablemente no existiría. Sin Vogue, hoy Wintour no existiría. Al menos para el gran público.

Anna Wintour fue nombrada editora jefe de Vogue en julio de 1988. Desde el principio su objetivo fue revitalizar la firma y hacerla más cercana. Las puertas de la revista se abrieron a un público más amplio y heterogéneo. La caja de cristal en la que Turnure y Wright quisieron embotellar la atmósfera de la élite neoyorquina comenzaba a resquebrajarse. La moda se democratizaba de la mano de Wintour, cuya influencia permitió a la revista mantener un índice de ventas alto, al mismo tiempo que la redacción acercaba tendencias más asequibles al nuevo público.

Bajo el mandato de Grace Mirabella, la publicación se había centrado más en lifestyle y bienestar que en la moda, así que cuando Wintour, que había pasado previamente por Harper’sBazaar y Viva, tomó las riendas de la revista, las páginas se llenaron de pasarelas, diseñadores y maniquíes de carne y hueso. Entre los cambios más notables que experimentó Vogue, destaca la innovación en el diseño de portada. Mientras Mirabella mostraba únicamente el rostro de la modelo, las portadas de Anna pasaron a enseñar planos medios largos que solían ser tomados en exteriores. La portada inaugural del reinado de Wintour, por ejemplo, la protagonizó la supermodelo israelí Michaela Bercu vestida con un look de Christian Lacroix. Para Grace Coddington, mano derecha de Wintour y jefa de moda de Vogue, esa portada significó “una nueva actitud más democrática hacia la ropa: le imprimió juventud y la aderezó con una seguridad y energía que te decía que podías llegar donde quisieras. Y llegar rápido”. Además, comenzó a realizar producciones con modelos poco conocidas, a las que encumbraba en cuestión de meses, y con celebrities de Hollywood y personalidades de la política. Se hizo cargo de que los fotógrafos, maquilladores y estilistas cobraran un papel más destacado en el mundo de la moda, y los elevó a la misma categoría que a las modelos.


Con Wintour al frente, la marca ha logrado expandirse a otros mercados: en los últimos años han nacido Teen Vogue, Vogue Living y Men’s Vogue. La consolidación de las nuevas publicación le hizo valedora del premio a la Editora del Año otorgado por la revista de AdAge.

domingo, 28 de diciembre de 2014

El consumidor de moda


Gracias a un trabajo para la asignatura de la UCM “Gabinete de Comunicación” decidí hacer un estudio de los factores que influyen al consumidor de moda que publico a continuación por si os interesa. Ya sabemos que todas las decisiones de marketing deben basarse en el consumidor; por ello, la empresa debe responder de forma adecuada a sus necesidades, motivaciones y expectativas; sólo así podrá conducir la oferta al éxito.

Factores racionales
Estos factores son los más evidentes, se basan en el comportamiento racional del consumidor, sobre el modo de pensar y de decidir de manera lógica. Los factores individuales o colectivos más relevantes que condicionan la decisión de compra son los siguientes:

Marca. Se trata de consumidores que compran una prenda influenciados por la marca de un diseñador o de una empresa productora.

Calidad. Los consumidores también están atentos a la certificación de calidad de la prenda, tanto si corresponde a una marca de diseñador como de fabricante.

Diseño. El diseño constituye en la moda una importante motivación de compra y consumo; en una prenda de vestir los consumidores valoran aspectos estéticos como la línea, el look, la silueta de una prenda, etc.

Tejido. Condiciona el valor, el estilo y la calidad de la prenda.

Talla. Se trata de consumidores que compran una prenda porque la talla que la caracteriza se adapta perfectamente a su contorno.

Confort. Los consumidores desean prendas confortables que satisfagan sus necesidades específicas: frescas en verano, cálidas en invierno, cómodas para andar, viajar o trabajar, etc.

Utilidad. A menudo, los consumidores de vestuario buscan prendas que sean combinables con otras que ya existen en su guardarropa. También eligen vestidos teniendo en cuenta aspectos como durabilidad o facilidad de mantenimiento. Actualmente, la ropa deportiva (en su origen, artículos de utilidad) domina en el segmento de prendas para los momentos de ocio, convirtiéndose en un claro indicador de salud y energía juvenil.

Novedad. Los seguidores de la moda encuentran en la novedad un gran estímulo, renuevan cada temporada su vestuario y buscan la innovación para su forma de vestir.

Precio. El consumidor valora normalmente el mejor producto al mejor precio; por tanto, desea comprar una prenda a un precio justo, ni alto, ni bajo. En este sentido, la psicología del consumidor lleva a valorar un producto de precio bajo a aquel que está fuera de moda. La aceptación de un producto se dará en el caso de que se produzca un equilibrio entre el precio de la prenda y lo que el consumidor está dispuesto a pagar por ella.

Punto de venta. Muchos consumidores se sienten atraídos e influenciados por el punto de venta, por la atención del personal de venta, por el servicio, etc. a la hora de comprar un artículo de moda.

Factores emocionales
La moda se basa en emociones, en ser estéticamente bello, en conquistar o emular; estos factores están en la base de los sentimientos y emociones de los consumidores. De entre ellos, se puede destacar:

Deseo de ir a la moda. Se trata de consumidores que compran artículos de moda porque quieren estar al día, ser modernos y actuales; renovar su vestuario no solo es una necesidad, constituye un placer que le ayuda a vivir con optimismo.

Placer personal. Es en el ámbito del lujo donde los productos de moda tienen un gran contenido de placer personal pues trascienden a la existencia cotidiana. Además, son artículos escasos, limitados o restringidos y esto les confiere un poder cautivador de necesidad, aunque no lo sean estrictamente para vivir.

Reconocimiento. Muchos consumidores adquieren productos de moda para transmitir una imagen de éxito personal y de reconocimiento social, más allá de la simple atracción personal.

Influencias personales. A menudo, los consumidores se dejan influenciar por los líderes de su entorno más inmediato (familia, amigos, etc.), por los líderes de opinión o por los prescriptores y compran productos de moda para imitarlos. En la publicidad de vestuario deportivo, por ejemplo, las grandes marcas del sector como Nike o Adidas utilizan la imagen de deportistas que han triunfado en sus disciplinas deportivas, con objeto de influir en el comportamiento de compra del público juvenil, que se deja seducir por estos iconos mediáticos del deporte.

Diferenciación simbólica. Hay consumidores que utilizan el vestido para diferenciarse
y reconocer un estatus profesional, una afiliación religiosa, nivel social o estilo de vida. Por ejemplo, el uniforme es una expresión de autoridad y ayuda a quien lo viste a destacar entre una multitud.


Afiliación social. Algunos consumidores visten de modo parecido para pertenecer a un grupo o van elegantes y a la moda para ser mejor aceptados por quienes les rodean: amigos, compañeros de trabajo, etc. En algunos casos, el vestido es una afirmación de rebelión contra la sociedad o la propia moda.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Inditex en las redes sociales

Inditex y todas sus marcas parecen conocer perfectamente el secreto para triunfar en las redes sociales, un secreto que no comparte con el resto de las empresas más importantes del mercado bursátil español. No tiene perfil como empresa, pero sí de marcas. Todas sus marcas cuentan con su propia página web, desde la que venden online todos sus productos y remiten a sus páginas en las redes sociales.

Subir una foto al muro supone realizar un estudio de mercado totalmente gratuito. Y es que el número de ‘me gusta’ hace una idea del futuro éxito o fracaso de una prenda algo que, antes de ponerla en mercado, es algo impagable.



Cuenta en este momento con 23 778 451  fans en Facebook y si observamos las actualizaciones se limitan a publicar fotos y vídeos de las distintas colecciones y anuncian sus rebajas.

No hay interactividad con la comunidad en la página de Facebook.  Zara publica las actualizaciones, pero después no responde a sus seguidores, tampoco los modera. No borra las quejas ni las críticas -que también las hay- de los que no les gusta la ropa de la marca, pero tampoco intenta solucionarlas. Son los propios seguidores de Zara los que salen a defenderla. Este es el sueño de cualquier community manager. Tiene, como el resto de cadenas del grupo Inditex, abierto el muro de Facebook para que sus seguidores puedan escribir en él.



En Twitter el perfil no está verificado y cuentan con 628 mil seguidores y 692 tweets. Su    forma de comunicación es igual que en Facebook, es decir, se da una nula interacción. 

Con enlaces a Facebook, Myspace, Flickr, Youtube y Twitter, tiene  8 185 511 fans, 25 mil seguidores y 4.438 tweets.

Cuenta con 4 353 597 fans y 189 mil seguidores, con 3223 tweets y bastante actividad reciente. Tiene enlaces a Youtube, Vimeo, Facebook, Twitter y Flickr.

Tiene 2 282 566 fans y un Twitter bastante activo, con 122 mil seguidores y 7477 tweets.

En Facebook, reúne 1 008 387 fans, y en twitter, 49’9 mil followers, a través de 7131 tweets.

Suma 861 822 fans en Facebook y 42’7 mil seguidores en un Twitter poco activo con 8079 mensajes.

Es la única marca de Inditex que no remite ni a su página de Facebook, en la que tiene 147 991 fans, ni a la de Twitter, con 13 mil seguidores, 1034 mensajes y muy poca actividad; de hecho la última publicación que se muestra es una del día 1 de noviembre de este mismo año.

Tienen 127 538  fans y 62’4 mil seguidores y 1413 mensajes.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Una crónica vestida de Givenchy

El Museo Thyssen-Bornemisza se convierte por primera vez en escenario de un diálogo único entre piezas de moda que hablan por sí solas. Y no es otro sino el modisto francés, Hubert de Givenchy, quien nos puede llevar mejor de la mano en esta exposición temporal inaugurada el pasado 22 de octubre. Hasta el 18 de enero del próximo año podremos ser espectadores de un centenar de sus mejores prendas, procedentes de museos y colecciones privadas de todo el mundo, incluso siendo muchas de ellas inéditas. La iniciativa del proyecto nace desde dentro de la casa francesa y está comisariada por Eloy Martínez de la Pera, asesor de moda y miembro del Patronato de la Fundación Cristóbal Balenciaga.

Puede que fuera el afán coleccionista de trajes antiguos y telas preciosas de su abuelo lo que llevó al coutier al precipicio de la moda sin previo aviso. Quizás la razón se encuentre escondida en el corte impecable, la sobriedad, la elegancia y la modernidad de Balenciaga, de quien heredó la forma de hacer y entender la costura. Sea cual sea el motivo, ya ha cambiado el panorama desde que en 1952, era dorada de la alta costura, el modisto abriese su maison en París pero si algo está claro aquí es que las tendencias pasan de largo sin hacer ruido pero la belleza de sus creaciones siempre será permanente. Esta leyenda viva de la industria, retirada desde 1995, fue formada al filo de las agujas de Robert Piguet, Lucien Lelong y hasta de Elsa Schiaparelli. Hubert llegó a declinar una propuesta de trabajo del mismísimo Christian Dior así que si se preguntan por la clave su meteórico éxito la respuesta no es otra que la nueva fórmula que dio a luz: el prêt-à-porter de lujo.

   

La blusa Bettina da comienzo al recorrido, nombre que homenajea a la célebre modelo de la época y gran amiga del autor. La sencillez de la fusión entre la tela blanca de algodón de camisa masculina, el cuello abierto y las mangas adornadas con bordado inglés lleva al francés a la ansiada consolidación internacional de los que dedican su tiempo a este mundillo. Cercanas a esta, otras piezas adelantadas a su tiempo confluyen en un espacio que no dejará con la boca cerrada a nadie.

Vestidos cortos, piezas en piel, delicados trajes en seda y lamé, trajes de novia y vestidos de noche alzaron su fama aun más si fuese posible. Pero si algo destaca en el atelier del artista es el trabajo preciosista y artesanal en bordados y muselinas que lleva a cabo, la importancia de los tejidos y el cuidadoso trabajo de los diferentes materiales junto al tratamiento cromático.

El espíritu innovador del arte de vanguardia cobra el protagonismo una vez más en el mundo de la moda con el uso del color, pero la influencia del arte no acaba aquí. Sus vestidos establecen diálogos con una selección de obras escogidas de artistas como Zurbarán, Rothko, Joan Miró o Gergia O’Keeffe. Givenchy incluso fue capaz de trasladar lo expresado en los lienzos de Sonia y Roebrt Dealunay que se encuentran en el mismo espacio en sus vestidos.
       

La contradicción en su obra del uso del negro y del color se hace genialidad. Siendo este color fetiche otra de las cimas de su reconocimiento, trabajado siempre desde una maestría inigualable con un trabajo impecable, llegando a apropiarse de todas sus tonalidades. Así se popularizó el little Black dress, indispensable en el armario de una mujer.


La exitosa carrera de Givenchy está profundamente marcada por las relaciones de admiración entre sus clientas y él. Fue el courier el que vistió los sueños de alfombra roja del mito entre mitos Audrey Hepburn, dando fruto a un amor idílico entre musa y creador. El modisto la vistió por primera vez para su personaje de Sabrina y desde entonces han formado uno de los dúos más memorables del binomio cine-moda.


En el corazón de la exposición parece estar revoloteando aquella irreverente Holly Galightly desayunando frente al Tiffany’s de Nueva York con su collar de perlas y su vestido recto en satén negro.
                                 

La belleza universal de Hepburn no fue la única que hizo gala de sus creaciones. Y es que sus musan hablan por él. Mujeres icónicas de los años 50 y 60 se arreglaron con sus confecciones. En esta sección llama especial atención el espectacular conjunto de noche compuesto por vestido y abrigo en satén crudo, cuerpo con flores multicolores bordadas que llevó Jackie Kennedy el verano de 1961. También se pueden ver otros vestidos como el que llevó Wallis Simpson, la duquesa de Windsor, durante el duelo por su esposo; el vestido y el abrigo rosa pálido que lució Jackie para una velada en Versalles o un vestido regalado a Carolina de Mónaco cuando cumplió cinco años.                           

El cierre del telón lo llevan a cabo sus trajes de novia y de noche más representativos de su trayectoria, dando adiós al merecidísimo homenaje del creador, siendo los primeros, sellos de identidad de la maison francesa.

Como explica Eloy Martínez de la Pera: “Fue un gran transgresor, lo fue en 1952 cuando creó la blusa Bettina y rompió los moldes de la alta costura de entonces, pero también lo fue en el tratamiento de los materiales. Givenchy fue capaz de bordar sobre plástico y sobre cuero y, al mismo tiempo, también dejó su huella transgresora en el mundo de la alta costura al utilizar por primera vez a modelos de color en todos sus desfiles”.

La elegancia y la sencillez son, sin duda, la esencia de su talento. El meticuloso cuidado en cada detalle de sus creaciones y la maestría en el trabajo que realiza son los culpables de 40 años de absoluto éxito. Las líneas, volúmenes y la voluntad férrea por ensalzar la silueta femenina cobran vida en la casa Givenchy con una pureza excepcional.

Hubert de Givenchy dice de sí mismo: “Creo absolutamente que mi talento es un don de Dios” así que ¡demos gracias al Señor!

A diferencia con Dior, Chanel o Yves Saint Laurent no se han organizado tantas exposiciones sobre el trabajo de Hubert de Giveenchy aunque son famosas la exposición del Fashion Institute de Nueva York en 1982 y la del museo Galliera de París en 1993. Por ello mismo si disponen de 11€ en los bolsillos aprovechen esta oportunidad única y “pasen y vean” este espectáculo vivo de aquel que rompió las reglas de la moda de una Europa arcaica de posguerra.

                                   


Datos de interés
Museo Thyssen-Bornemisza
Paseo del Prado,8. 28014 Madrid
mtb@museothyssen.org
www.museothyssen.org

Fechas
Del 22 de octubre de 2014
Al 18 de enero del 2015.

Lugar
Salas de Exposiciones Temporales
del Museo Thyssel-Bornemisza

Horario
De martes a domingo, de 10:00 a 19:99 h.
Los sábados la exposición permanecerá
Abierta hasta las 21:00 h.
Cerrado los días 25 de diciembre de 2014-12-03
y 1 de enero del 2015.

Transporte
Metro: Banco de España
Autobuses: 1,2,5,9,10,14,15,20,27,34,37,
45,51,52,53,74,146 y 150.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Al mal tiempo buenos "pelos"

Tres años consecutivos son los que llevan ya los abrigos de pelo protagonizando los outfits mas trendy de la calle. Una vez más. gracias a las tiendas low cost no hace falta tener miles de euros en el bolsillo para invertir en un vison propio de la reina de Inglaterra.

A continuación os muestro algunos de los mejores modelos de la temporada por menos de 100€



79,95€

49,95€


69,95€



69,99€



29,99€